Goeritz, pastor de nubes
Fotografía: Urban roof, P. Blom, 1965, Collection Het Nieuwe Institut, BLOM, p. 3
Durante su estancia en España, Goeritz estableció contacto con diversas personalidades del mundo del arte y la literatura. Cuando hubo partido rumbo a México se le hicieron algunos homenajes, uno de ellos es el plasmado en el pliego "Homenaje a Mathias Goeritz" realizado por el poeta postista Carlos Edmundo de Ory y publicado originalmente "en octubre de 1949 con el dinero procedente de una colecta entre amigos" (Reyes Palma, 2014:17).
HOMENAJE A MATHIAS GOERITZ
Labios azules, peces blancos, combas
estelares del limpio viento en sacos;
colores de cristal y alas sin sombra
brotan entre las tibias líneas únicas.
Planos y puntos, líquidos de música,
donde se pone el mar aquí el objeto
establecido de flexible estampa
mueven los diurnos cómputos del rito.
Los niños con sus brazos tribunales
hablan de la eminente luz redonda
por sus curvas hilados asomando.
Este pintor, este pastor de nubes...
Sobre todo la luna no se oculta
y el ojo del pincel frecuenta el lienzo.
Ya está Mathías con su sable de oro,
de mantas lleno en el ensueño habita;
él discute los campos de aguas lánguidas,
el óptico velamen canta al alma.
Este pastor antiguo, este testigo
dulce de las edades y las hadas:
pinta la cuna blanca de la vida;
pinta la negra mano de la muerte;
pinta los ciegos besos del espejo;
pinta puros semblantes de aureolas;
pinta enanos y plantas consteladas;
pinta mujeres de cualquier tamaño;
pinta hebras de plata como árboles;
pinta en vez de palomas sueltos cráneos;
pinta haces de luz y suaves cuernos;
pinta pequeñas anclas acostadas;
pinta manchas y plumas sinuosas;
pinta toros y dioses, pinta telas;
pinta telas con dedos, con colores,
con cifras, con adornos, con liturgia.
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